El avión es probablemente uno de los mayores inventos de la humanidad. Al fin y al cabo, los medios de transporte voladores nos permiten recorrer grandes distancias en muy poco tiempo. Hace unas décadas, viajar sobre los grandes océanos del mundo sólo era posible para los «meros mortales» en barco, lo que a veces conllevaba semanas de camino hasta que por fin se llegaba al destino. Pero por muy cómodo y rápido que sea volar, naturalmente también tiene sus inconvenientes; al fin y al cabo, se considera extremadamente perjudicial para el medio ambiente. De media, un avión de pasajeros utiliza unos cuatro litros de queroseno por pasajero para una distancia de 100 km.
En vuelos de larga distancia, esto puede provocar una contaminación por CO₂ considerable. Aun así, algunas personas no pueden prescindir de los vuelos, a menudo debido a razones profesionales. Para evitar una huella ecológica demasiado grande, hoy en día también se puede volar de forma sostenible compensando la contaminación causada. Hoy queremos examinar más de cerca esta posibilidad.
¿Es malo para el medio ambiente volar?
El tráfico aéreo ha aumentado enormemente en las últimas décadas, y la gran cantidad de vuelos de pasajeros que surcan los cielos cada día también deja claro que viajar en avión es cada vez más asequible. Naturalmente, quien quiere viajar prefiere comprar un billete de avión cuando tiene que recorrer una larga distancia; al fin y al cabo, puede ahorrarse horas valiosas que preferiría pasar en el destino de sus vacaciones. Pero, ¿hasta qué punto es malo para el medio ambiente volar en avión? Como suele ocurrir, un vistazo a las estadísticas nos dará bastante información: según los expertos, los viajes turísticos en avión son responsables de alrededor del cinco por ciento de las emisiones mundiales de CO₂. A primera vista, puede parecer poco.
Sin embargo, hay que fijarse más de cerca: desde una perspectiva global, volar sigue siendo un medio de transporte de lujo que no todos los ciudadanos del mundo pueden permitirse. Sólo alrededor del once por ciento de la población mundial tiene el placer de viajar en avión cada año. Por consiguiente, si todas las personas volaran en avión al menos una vez al año, la contaminación por gases de efecto invernadero se multiplicaría por diez. Sorprendentemente, el impacto varía dependiendo del tipo de pasajero: como los pasajeros de primera clase o business ocupan más espacio en el avión, también representan una mayor carga para el medio ambiente.
¿Es un avión más respetuoso con el medio ambiente que un coche?
Pero, ¿está realmente justificada la mala fama del avión? ¿Son los viajeros frecuentes tan contaminantes como dicen? Comparando el avión con el coche: ¿Qué vehículo es más perjudicial para el medio ambiente? Esto es lo que ha llevado bajo estudio la Agencia Federal de Medio Ambiente usando este ejemplo: un vuelo típico de Alemania a las hermosas Maldivas. Según los cálculos de la agencia, un pasajero medio en un vuelo que recorre una distancia de 16.000 km provoca la increíble cantidad de cinco toneladas de CO₂. Para hacer una comparación, la agencia comparó cuántos kilómetros con cinco toneladas de emisiones de CO₂ podría hacer un coche medio con motor de combustión interna. El resultado es chocante y deja claro que el avión es mucho más nocivo que un coche: se pueden recorrer casi 25.000 km en coche con el mismo impacto ambiental.
La organización sin ánimo de lucro Germanwatch lo ha subrayado con su propio estudio, en el que dejó claro que un vuelo de media distancia a Tenerife de ida y vuelta equivale al impacto ambiental de un año de conducción de un coche. Por supuesto, no existe comparación con los modernos coches eléctricos, los cuales, si se abastecen de electricidad procedente de fuentes renovables, no tienen ningún impacto en el medio ambiente, al menos durante su funcionamiento. Sin embargo, para muchos no hay alternativa al avión como medio de transporte. Por ello, hay que buscar la manera de que volar sea respetuoso con el medio ambiente y sostenible.
¿Es posible volar de forma respetuosa con el medio ambiente?
Por supuesto, probablemente sería más fácil si uno se propusiera no volar nunca más. Pero, ¿quién querría hacer eso? Hay un cierto espíritu de descubrimiento en todos nosotros que quiere explorar cada pequeño rincón de la tierra, y eso también es importante. Al fin y al cabo, viajar también sirve para fomentar el entendimiento mutuo entre los pueblos. Cuando se viaja a lugares remotos del mundo, a menudo podemos encontrar algo más que bellos fenómenos naturales o lugares de interés. Además, viajar también nos permite conocer otras culturas, así que la cuestión de cómo hacer que volar sea más sostenible es mucho más importante. Hemos reunido algunos consejos que dejan claro que puede subirse a un avión sin remordimientos.
¿Cómo puedo volar con neutralidad climática?
Con unas pocas normas de conducta, también puedes asegurarte de que tus viajes en avión no sean una carga demasiado pesada para las generaciones futuras.
- La clase turista es suficiente
Cualquiera que haya hecho un vuelo de larga distancia en clase turista sabe que cuanto más largo es el viaje, más puede ser una verdadera prueba de paciencia para el cuerpo y el alma. En particular, el limitado espacio para las piernas hace que muchos pasajeros cuenten los minutos que faltan para el aterrizaje. Por eso, los que tienen la calderilla necesaria o pueden encontrar una buena oferta prefieren ocupar un asiento en business o incluso en primera clase. Por el bien del medio ambiente, deberíamos elegir un asiento más pequeño y optar por el billete de clase turista. La razón es obvia: como un asiento en clase preferente ocupa casi tanto espacio como dos asientos en clase turista, las emisiones de CO₂ que el pasajero emite en el vuelo aumentan, al menos indirectamente. En primera clase, podrá llegar a triplicar dichas emisiones.
- Compensación de CO₂
Independientemente de si vuelas en clase turista, business o primera, esto también cuenta. Hay una serie de portales que se han propuesto compensar la huella ecológica de los vuelos. Por supuesto, esto no reduce inmediatamente su huella ecológica; sin embargo, podrás tener la conciencia tranquila porque has hecho algo bueno por el medio ambiente. Proveedores como myclimate, por ejemplo, prestan apoyo financiero a valiosos proyectos de protección del medio ambiente. De este modo, los kilómetros recorridos en avión pueden reducirse un poco.
- Menos es más
Para no sólo hacer el equipaje de la forma más relajada posible, sino también para hacer algo bueno por el medio ambiente, puedes prescindir del equipaje innecesario, ya que cada kilo de más a bordo de un avión supone también un mayor consumo de combustible. A ser posible, recomendamos que tan solo meta lo estrictamente necesario en su equipaje de mano. Así no sólo tendrá menos impacto en el medio ambiente, sino que viajar sin una maleta grande será menos estresante.
- Vuela con la compañía aérea adecuada
Cuando se trata de contaminación ambiental, es importante recordar que no todas las compañías aéreas son iguales. Más bien al contrario. La elección del tipo de avión, en particular, puede influir considerablemente en la cantidad de combustible que se libera a la atmósfera. En consecuencia, algunas compañías aéreas presentan a veces diferencias significativas en la carga que suponen para el ecosistema a pesar de realizar la misma ruta de viaje. Por regla general, los aviones modernos utilizan motores más eficientes y, por tanto, consumen menos queroseno por kilómetro. Sin embargo, no sólo es importante el tipo de avión en sí, sino también la disposición de los asientos en el interior: aunque sea cómodo, mucho espacio para las piernas también significa mayores emisiones de CO₂ por pasajero.
¿Debería renunciar a volar por el bien del medio ambiente?
Las consecuencias negativas para el medio ambiente pueden quitarnos rápidamente las ganas de volar, pero, ¿debería renunciar a volar? Creemos que no es necesario renunciar del todo. Sin embargo, no hay nada en contra de limitarse un poco. Por el bien del medio ambiente, a uno le gusta ir en bicicleta a la panadería de la esquina en vez de coger el coche; una mentalidad similar no hace daño cuando se trata de volar. En la medida de lo posible, evita los vuelos de corta distancia dentro del país si no tienes prisa. En este caso, el tren es sin duda la alternativa más respetuosa con el medio ambiente. Para viajes de larga distancia, en cambio, casi no hay alternativa al avión. Para conocer culturas extranjeras, puedes aceptarlo si te compensa y sigues nuestros otros consejos.
¿Los vuelos directos son más ecológicos?
Si quieres planificar tu ruta de viaje de forma que sea menos perjudicial para el medio ambiente, deberías optar por vuelos directos o sin escalas. La razón es obvia: se queman muchos litros de queroseno para acelerar un avión de muchas toneladas hasta la velocidad de despegue, y lo mismo ocurre con el frenado en el aterrizaje. Por consiguiente, estos dos procesos son los que más combustible consumen al volar, y con un solo vuelo se minimizan.
¿Cuándo será ecológico volar?
El gran éxito de la electromovilidad en el campo de los automóviles y las bicicletas no se le ha pasado por alto a la industria de la aviación. Por ello, actualmente se están desarrollando a toda velocidad alternativas ecológicas al motor de combustión en los aviones. Hay muchas ideas, pero aún no hay un denominador común. Los científicos ya han desarrollado potentes motores basados en el hidrógeno o en la tecnología eléctrica, y también es concebible el uso de parafina producida sintéticamente o incluso bioqueroseno. Este último se utilizará probablemente como puente hacia otras tecnologías. Si el Ministerio Federal de Medio Ambiente logra su objetivo en Alemania, en 2030 todos los depósitos de aviones deberán estar llenos al menos en un dos por ciento de alternativas al queroseno respetuosas con el medio ambiente.
Volar respetando el medio ambiente: nuestros consejos
Volar no tiene por qué ser un pecado ecológico. Hay formas de mantener a raya el impacto negativo sobre el efecto invernadero. Le volvemos a enumerar las cuatro más importantes.
1. Volar en clase turista a ser posible
Sabemos que volar en clase turista es incómodo. Pero mientras las rodillas te aprietan contra el asiento de enfrente y no estás del todo a gusto, recuerda que la elección de tu asiento no sólo te ha ahorrado dinero, sino que también supone una menor carga para el medio ambiente que otros pasajeros en clase preferente o primera.
2. Vuelos compensados
Otra forma de minimizar su huella ecológica a pesar de volar es la compensación de CO₂. En la actualidad hay muchas formas interesantes de minimizar el impacto negativo de un vuelo donando a proyectos de protección del medio ambiente en todo el mundo. De este modo, tendrás la conciencia más tranquila cuando viajes en avión.
3. Lleva sólo el equipaje necesario
No es sólo el peso del avión y de los pasajeros lo que provoca el inmenso consumo de parafina de un avión. Por supuesto, el equipaje también pesa, y si reduce el peso a bordo, reducirás también la cantidad de combustible consumido. Una lista redactada con la suficiente antelación con todas las cosas que realmente necesitarás en vacaciones puede ayudar a que lleves contigo lo menos posible, o que incluso te baste con el equipaje de mano.
4. La compañía aérea marca la diferencia
No te limites a averiguar de antemano qué compañía aérea ofrece los billetes más baratos. Otros datos también son importantes si quieres hacer algo proactivamente por el impacto medioambiental de tu viaje. ¿Qué modelo utiliza la aerolínea? ¿Cuántos pasajeros caben en el avión? Estas y otras preguntas pueden ayudarte a averiguar hasta qué punto tu viaje es realmente perjudicial para el medio ambiente.
¿Cómo puede ayudarle Flightright?
¿Se ha quedado atrapado en el aeropuerto debido al retraso de un vuelo? ¿Han cancelado su vuelo o le han eliminado de la lista de pasajeros? ¿Ha perdido su equipaje o ha aparecido al cabo de unos días? En cada una de las situaciones descritas, usted, como pasajero, tiene derecho a una indemnización.
Según el Reglamento Europeo sobre los derechos de los pasajeros, éstos tienen derecho a una indemnización en caso de retraso, cancelación, exceso de reservas o pérdida de una conexión. Esta indemnización es independiente del precio del billete. Flightright hace valer sus derechos por usted respecto a dicho reglamento, incluso ante los tribunales de ser necesario.
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